En algún punto cambiaste, dejaste de ser tú. Dejaste que la gente se metiera contigo y te dijera que no eres bueno, y cuando las cosas se pusieron difíciles empezaste a buscar a alguien a quien culpar.
Déjame decirte algo que ya sabes: El mundo no es sólo felicidad y arcoiris, es un lugar bastante duro y difícil y no le importa lo rudo que puedas ser, te golpeará hasta dejarte en el suelo y te mantendra ahí si tú se lo permites.
Ni tú, ni yo, ni nadie, golpeará tan fuerte como la vida, pero no se trata de golpear fuerte, se trata de que seas tan fuerte como te golpean y sigas adelante. ¿Cuánto puedes aguantar y seguir adelante?. De eso se trata triunfar, porque si estás dispuesto a pasar por todo el trabajo que tienes que pasar para llegar al lugar donde quieres estar. ¿Quién tiene derecho a detenerte? ¿Quién?... Nadie.
Tienes tú el derecho de hacerle caso a tus agallas, no hay nadie que te pueda decir que no cuando te ganas el derecho de estar donde quieres estar y hacer lo que quieras hacer. Así que si sabes lo que quieres ve a por ello, pero tienes que estar dispuesto a recibir todos los golpes y no señalar y decir que no estás donde quieres estar por tu culpa, de él o de quien sea, los cobardes hacen eso, y tú no eres uno, tú eres mejor que eso. Nuestro más profundo miedo no es que no seamos suficiente, nuestro más profundo miedo es que somos inmensamente poderosos...
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