viernes, 29 de junio de 2012

Iba aumentando la familia; después de 3 años llego otra niña y la última La madre estaba muy anémica, se tenía que cuidar mucho, alimentarse bien, y su madre (la abuela) no colaboraba mucho con ella. Muy difícil criar tres niños tan pequeños, la casa, la ropa, la comida, el marido los animales, y aunque no vivía con ellos, la especialidad de la abuela era incomodarlos. Ésto lo suavizaba el abuelo cuando llegaba y corría a sus brazos la nieta mayor y la seguían los dos hermanos. Un día trágico, los niños quedaron solos, hacia mucho frío, el brasero encendido, saltó una chispa y prendió fuego a la casa. La mayor abrazando a sus hermanos sobre la cama, veían como se acercaba el fuego, ni un solo grito se escucho de ellos. De repente alguien golpeó la puerta fuertemente para abrirla y envueltos en mantas los sacaron de allí sanos y salvos. La madre regresaba de retirar el RACIONAMIENTO y casi enloquece al ver ese cuadro. El padre y los abuelos se enteraron por los vecinos.                                                   

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