miércoles, 27 de junio de 2012


La abuela materna había vuelto de Buenos Aires sola, su hija mayor se quedó. Su regreso después de tanto tiempo no fue tan cariñoso como se esperaba. Su hija (la madre de los niños) se crió sin ella desde muy pequeña. El padre (abuelo)  hizo de padre y madre de los hijos que tuvo con la abuela. La hija se crió sin ella, no conocía el cariño de su madre, por lo tanto no aceptaba que le llamara la atención por nada.                        A la pobre abuela, tampoco la criaron con mucho amor. La casaron sus padres de prepo y por interés. Era la mayor  de seis hermanastros. Muy egoísta y poco considerada con la familia aunque muy  beata. Si no rezaba con ella la nieta mayor, le pegaba en la cabeza para que prestara atención. Capaz de vender la leche  de las vacas, antes que dárselas a sus nietos. En cambio el abuelo materno era puro amor, aunque muy severo. 

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